Orden

¿Quiénes somos?

La Orden de los Frailes Menores Conventuales fue fundada por San Francisco de Asís, (en latín, Ordo Fratrum Minorum Conventualium, OFM.Conv), de derecho pontificio, es una de las tres ramas de la familia franciscana o mendicante masculina.

Los religiosos de esta Orden son llamados de distintas maneras según países: Minoriti (en Italia), Minoriten (en Alemania), Fratri Grigi (países anglófonos), Cordelier (en Francia) y, en fin, Franciscanos Conventuales (en España e Hispanoamérica).

Desde su fundación nuestra Orden, por voluntad del Padre San Francisco, es una verdadera fraternidad; por eso, sus miembros, constituyendo como hermanos una familia, participan en la vida y actividades de la comunidad cada uno según su condición. Tienen los mismos derechos y deberes, a excepción de los que derivan del Orden sagrado, ya que nuestra Orden ha sido incluida por la Iglesia entre los institutos clericales.

San Francisco quiso que sus hermanos se llamasen Hermanos Menores para que… por el mismo nombre, aprendan sus discípulos que han venido a la escuela de Cristo humilde para aprender la humildad.

Nuestros hermanos se constituyen en fraternidad conventual propiamente dicha, con el fin de fomentar mejor la vida fraterna, la oración, la devoción, la formación de los candidatos, el estudio de la teología y otras obras de apostolado al servicio de la Iglesia de Dios, para así extender el reino de Cristo por todo el mundo, especialmente bajo la guía de María Inmaculada.

En la Orden la vida contemplativa está íntimamente asociada a la vida activa; por lo mismo, el apostolado propio del orden sagrado se ejerce mediante el ministerio de los hermanos clérigos en colaboración de los demás. A fin de conseguir el mayor bien común para el pueblo de Dios, toda nuestra Orden y cada hermano están inmediatamente sujetos al Sumo Pontífice.

El fundamento de la Orden es la profesión religiosa, con la que los hermanos se dedican a la vida evangélica de perfecta caridad no sólo mediante los medios comunes de santidad sino también con el vínculo de los votos de obediencia, sin propio y castidad públicamente emitidos, por medio de los cuales se consagran a Dios mediante el ministerio de la Iglesia y la observancia de la vida común, de la Regla y de las Constituciones, según el espíritu de la religión seráfica. Con la profesión de los votos solemnes los hermanos se incorporan definitivamente a la Orden.

La Forma de vida.

La Regla o forma de vida de los Hermanos Menores, confirmada por Honorio III es interpretada por otros Sumos Pontífices, es la ley fundamental de toda la Orden, en la que se inspiran y a la que se conforman los hermanos.

Procuren los hermanos observar la Regla, las Constituciones y los Estatutos, sobre todo por amor a la perfección evangélica según el espíritu de la Orden, como exige la obligación contraída en la profesión religiosa.

La Orden se divide en Provincias, a las que se afilian los hermanos. Las provincias constan de conventos, en los cuales, los hermanos forman una fraternidad. Se equiparan a las provincias las custodias generales y las provinciales, conforme a la norma de las Constituciones.

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