”Jesús acerca a las generaciones”, afirmó el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, comentando en el Ángelus del mediodía, el Evangelio de hoy que narra el episodio de la Presentación en el templo, cuando María y José, cuarenta días después del nacimiento de Jesús, obedeciendo a la ley mosaica lo llevan al templo de Jerusalén y allí encuentran a los ancianos Simeón y Ana.
”Podemos imaginar a esta pequeña familia, en medio de tanta gente, en los grandes patios del templo. No salta a la vista, no se distingue… Y, sin embargo -observó el Santo Padre- no pasa desapercibida. Dos ancianos, Simeón y Ana, movidos por el Espíritu Santo, se acercan y empiezan a alabar a Dios por ese niño en el que reconocen al Mesías, luz de las gentes y salvación de Israel. Es un momento sencillo, pero rico de profecía: el encuentro entre dos jóvenes esposos, llenos de alegría y fe por la gracia del Señor y dos ancianos, ellos también llenos de alegría y de fe por la acción del Espíritu. ¿Quien hace que se encuentren? : Jesús. Jesús hace que se encuentren los jóvenes y los ancianos. Jesús es Aquel que acerca a las generaciones. Es la fuente de ese amor que une a las familias y a las personas, venciendo cualquier desconfianza, cualquier aislamiento, cualquier lejanía…La buena relación entre los jóvenes y los ancianos es decisiva para el camino de la comunidad civil y eclesial”. ”Y mirando a estos dos ancianos, a estos dos abuelos, a Simeón y a Ana -exclamó- saludamos desde aquí con un aplauso a todos los abuelos del mundo”.
”El mensaje que procede de la Sagrada Familia -continuó Francisco- es ante todo un mensaje de fe…Por eso la Familia de Nazaret es santa…porque está centrada en Jesús. Cuando los padres y los hijos respiran juntos este clima de fe tienen una energía que les permite hacer frente a pruebas difíciles como demuestra la experiencia de la Sagrada Familia… en el evento dramático de la huida a Egipto”.
”El Niño Jesús con su madre María y con san José son un icono familiar tan sencillo como luminoso…La luz que despide la Sagrada Familia nos alienta a ofrecer calor humano en las situaciones familiares en las que, por varios motivos, falta la paz, falta la armonía, falta el perdón.¡Que no falte nuestra solidaridad concreta sobre todo con esas familias que atraviesan por situaciones difíciles como las enfermedades, la falta de trabajo, la discriminación, la necesidad de emigrar!”. ”Y ahora -concluyó- recemos en silencio por todas estas familias”.
Después de rezar el Ángelus, el Papa recordó a los pasajeros del avión de Malasia desaparecido mientras viajaba entre Indonesia y Singapur y a los de las naves en tránsito en las aguas del Adriático que han sufrido diversos percances. ”Estoy cercano con el afecto y la oración -dijo- a los familiares, a cuantos viven con temor y sufrimiento estas difíciles situaciones y a los que tomar parte en las operaciones de socorro”.
fuente: www.vis.va