La Virgen María se apareció cuatro veces a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin. En una de las apariciones se dirigió a él con las siguientes palabras: “Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige. No se turbe tu corazón ni te inquiete cosa alguna. ¿No estoy yo aquí que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No estás, por ventura, en mi regazo?”. Tengamos entendido que nada nos asuste, porque estamos bajo la sombra de Nuestra Madre. Virgen de Guadalupe, ruega por nosotros.
“Oye y ten entendido” – 12 de diciembre Fiesta de la Virgen de Guadalupe
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