Muchas veces me dirijo a Dios cuando me siento abandonado, no tengo ninguna idea de qué hacer, la vida rebasa mis posibilidades. Pero cuando Dios comienza a actuar siento miedo de que todo cambie en mi vida, que yo no sea el mismo quien era anteriormente. Tengo miedo de unos cambios así. En estos momentos necesito callar, guardar silencio. ¿Para qué? Porque Dios me dice: “Tú quedarás mudo” y para que en silencio pueda confiar en Él.