Saciar es dar de sí mismo tanto para que el otro se quede saciado. A veces es suficiente escuchar el problema del otro. A veces mandarle al otro una sonrisa. A veces una palabra a la que el otro espera por mucho tiempo. Tantas veces nos encontramos con los “hambrientos”. No les dejemos solos “en despoblado”. “Denles ustedes de comer”.